- Se trata de las consecuencias del fenómeno de El Niño que, según expertos, podrían extenderse hasta marzo con temperaturas máximas que no sólo afectan al país, sino que ya se han convertido en una tendencia a nivel mundial.
Durante la jornada de ayer, Santiago completó el período de 30 días más caluroso desde que existe estadística en la materia, con un promedio de 33,4°C que supera el récord registrado en 2017 con 33,2°C. Asimismo, otras ocho regiones del país, entre Valparaíso y Los Ríos, se enfrentan esta semana a una advertencia agrometeorológica debido a las altas temperaturas, las que podrían alcanzar los 37° de acuerdo con lo indicado por la Dirección Meteorológica de Chile.
Se trata de las consecuencias del fenómeno de El Niño que, según expertos, podrían extenderse hasta marzo con temperaturas máximas que no sólo afectan al país, sino que ya se han convertido en una tendencia a nivel mundial. Según el Servicio de Cambio Climático Copernicus, la Tierra lleva ocho meses consecutivos registrando calores récord, con cifras que evidencian la emergencia climática que enfrenta la humanidad producto del cambio climático.
En este contexto y a raíz del Día Mundial de la Energía, expertos a nivel nacional e internacional hacen un llamado a invertir en recursos sostenibles para controlar la crisis climática, evaluar la robustez del sistema energético y su capacidad para proveer energía de manera continua. Una reflexión que cobra especial relevancia para Chile, cuyas centrales hidroeléctricas generan aproximadamente el 70% del suministro eléctrico del país, y en donde contingencias climáticas extremas, como el Fenómeno del Niño, pueden condicionar la producción y el suministro constante de energía.
Ante un crecimiento inminente y exponencial de la demanda energética, la transición hacia fuentes renovables y limpias no solo se presenta como una respuesta ante los impactos climáticos extremos, sino también, como un medio para democratizar el acceso a la energía y garantizar la soberanía energética.
“El escenario actual proyecta un creciente uso de fuentes de energía renovable no convencionales que no están exentos de desafíos y que proponen retos de intermitencia y restricciones en la red. Una que necesita ser más resistente, flexible, resiliente y robusta para almacenar energía a mediano y largo plazo”, dice Mario Velázquez, Country President del Clúster Surandino de Schneider Electric
¿Qué medidas tomar en esta situación?
Ante el desafío energético derivado del fenómeno de El Niño, es imperativo adoptar medidas estratégicas que garanticen un suministro eléctrico estable. La diversificación de la matriz energética, mediante la incorporación de fuentes como la energía solar, parques eólicos y geotérmica, se convierte en un factor determinante para reducir la dependencia de los recursos hídricos para la generación de energía.
“En el Día Mundial de la Energía, es crucial recordar que la diversificación de la matriz energética de Chile, con énfasis en fuentes renovables, es fundamental para alcanzar un futuro energético sostenible para el país. En este sentido, la electricidad representa un camino rápido hacia el cero neto y está ampliamente disponible para usarse y descarbonizar muchas aplicaciones. La mayoría de los escenarios proyectan una proporción de electricidad entre el 50% y el 70% de la energía final para 2050.”, agrega Velázquez.
Simultáneamente, expertos instan a promover la eficiencia energética a todos los niveles de la sociedad. La implementación de medidas eficientes en hogares, empresas e industrias es crucial para reducir el consumo de energía y optimizar su uso. Iniciativas que no solo aliviarán la presión sobre la red eléctrica, sino que también posicionará al país en la vanguardia de prácticas sostenibles.
Para abordar estos desafíos, es necesario reforzar la infraestructura eléctrica a través de inversiones significativas destinadas a su modernización y expansión. En este sentido, la integración estratégica de tecnología y software en las operaciones vinculadas con la generación y suministro de energía es ineludible. La implementación de herramientas digitales no solo posibilita el monitoreo en tiempo real, sino también permite anticipar riesgos en el suministro, marcando con ello un paso crucial hacia la eficiencia y la sostenibilidad en el sector energético del país.