NotasNoticias
Trending

Al 2018 la industria minera del cobre consumió el 14% de la energía del país

  • La Encuesta Minera de Producción, Agua y Energía (EMPAE), aplicada anualmente por Cochilco a la gran y mediana minería del país, reveló que de este total (176.745 TJ), 94.153 TJ son de la energía eléctrica y 82.592 TJ de combustibles. Antofagasta es, por lejos, la región con mayor consumo energético

Cochilco dio a conocer hoy los resultados de la Encuesta Minera de Producción, Agua y Energía (EMPAE), aplicada anualmente por Cochilco a las operaciones mineras de cobre del país.

Considerando un total de 56 operaciones mineras, entre las que se encuentran gran y mediana minería, fundiciones y refinerías (99,3% de la producción de cobre nacional), al 2018 este sector tuvo un consumo total de energía de 176.745 TJ (Terajoules),  lo que representa alrededor del 14% del consumo agregado del país.

De este total, 94.153 TJ son de la energía eléctrica (53,3% del total) y 82.592 TJ por consumo de combustibles (46,7%).

EMPAE considera las áreas, etapas y procesos característicos para la producción de concentrados, cátodos, fundición y refinería. A través de este insumo, Cochilco calcula el consumo agregado y unitario de combustibles y energía eléctrica, así como su evolución en el tiempo, desagregando además por tipo de procesos y zona geográfica, entre otros elementos. Esta información se publica en las Estadísticas de consumo de energía del cobre, disponibles en la página web http://www.cochilco.cl/estadisticas/energia.asp, y también se presenta a través del presente informe (adjuntamos pdf para descargar), cuyo objetivo consiste en analizar el consumo global de combustibles y electricidad incurridos por la minería del cobre, así como también revisar la evolución de sus consumos unitarios.

CONSUMO ENERGÉTICO Y PRODUCCIÓN CUPRÍFERA, 2001-2018

De acuerdo con el informe de Cochilco, si bien a nivel general los consumos de electricidad y combustibles son relativamente similares, a nivel de procesos varían significativamente. Los tres más intensos en demanda energética son la mina rajo con 69.933 TJ que representa el 40% del consumo energético total, le sigue el proceso de concentración con 52.877 TJ (30%)  y el proceso de Lixiviación con 23.607 TJ (13%).

Para el caso del consumo de combustibles, la mina rajo se lleva el 79% del total, seguido por fundiciones con un 9%. Para el consumo eléctrico en cambio, el proceso de concentradora es la fuerza dominante con un 55%, seguido de la electro-obtención con un 21%.

A nivel regional, Antofagasta es por lejos la región con mayor consumo energético tanto en combustibles (49 mil TJ, equivalente al 59,4% del total durante 2018) como en electricidad (51 mil TJ, equivalente al 54,1% del total). La región de Atacama por su parte cuenta con una participación del 11,2% del consumo energético total, las regiones de Coquimbo y Valparaíso en conjunto con el 12,8%, las regiones de O’Higgins y Metropolitana con el 12,4% y la región de Arica y Parinacota con un 9%.

En relación con el consumo por tamaño, la gran minería privada del cobre fue responsable de alrededor dos tercios del consumo tanto de electricidad como de combustibles durante el año 2018, mientras que la gran minería estatal, representada por Codelco, representa el 28% y el 27% de combustibles y electricidad, respectivamente. La mediana minería privada por su parte es responsable del 2% de combustibles y 3% de electricidad.

EL GASTO POR ENERGIA

Por último, en relación con los gastos por energía, Cochilco informa que, el consumo eléctrico constituye la principal fuente de gasto con US$2.459 de millones frente a los US$1.174 millones del costo asociado al consumo de combustible durante 2018. Es decir, prácticamente 2 veces más. En suma, se estima que el consumo energético representa un 14% (9% energía eléctrica y 5% combustibles) de los costos de la minería del cobre en Chile.

Los resultados de este trabajo evidencian que la minería del cobre continúa enfrentando requerimientos energéticos crecientes, por temas estructurales como el envejecimiento de las minas, el endurecimiento de la roca, la caída de las leyes de cobre, como por temas productivos y la tendencia hacia la producción de concentrados y la mayor necesidad de agua lo que implica la construcción de plantas desalinizadoras y la impulsión de agua de mar (desalinizada o directa).

Descargar Informe AQUÍ​

(Fuente: Comunicación es Cochilco. Editado por S.R. Comunicaciones)

Artículos relacionados

Close