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Sector eléctrico ha logrado asegurar la continuidad operacional del país
- Uno de los aspectos que dejó al descubierto la situación actual es la incipiente digitalización del sector eléctrico, ya que si bien se ha avanzado bastante en fortalecerla en el rubro generación y en la red de transmisión, aún existe una carencia significativa en distribución.
La actual crisis sanitaria ha dejado de manifiesto la importancia del sector eléctrico para mantener funcionando las dinámicas sociales y económicas de nuestro país, pese a las actuales restricciones para movilizarse y al trabajo presencial. Otro aspecto relevante es, sin duda, que las empresas del sector han tomado todas las medidas necesarias para seguir operando su infraestructura crítica con normalidad, pero a la vez cuidando la salud de sus trabajadores.
‘Si bien la situación actual implica desafíos importantes, no creo que sea la más difícil que ha enfrentado el sector eléctrico del país, y no es comparable, por ejemplo, con el terremoto de 2010 o los racionamientos de la década de los años 90’, señala Esteban Gil Sagás, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).
A su juicio, los distintos agentes del sector energético presentes en el país han estado a la altura —ajustando los sistemas de turno, implementando restricciones de acceso de operadores a las plantas, estableciendo protocolos de higiene y controles sanitarios a su personal y suspendiendo actividades presenciales no esenciales— y se ha logrado hasta el momento asegurar la continuidad operacional. ‘En mi opinión, además, las atribuciones del Coordinador Eléctrico Nacional hacen que el sistema eléctrico sea mucho más resistente a las crisis que en el pasado’.
Efectos
Entre los principales efectos que ha tenido la actual crisis sanitaria y las medidas implementadas por la autoridad en el sector eléctrico chileno, se destaca la caída en la demanda de electricidad por menor consumo, principalmente del sector industrial y comercial, y, por otro lado, una dificultad en la recaudación por parte de las empresas de distribución y cooperativas eléctricas.
‘Según el Coordinador Eléctrico Nacional, la demanda de energía y potencia debido a la crisis han caído de manera significativa. La reducción de demanda implica una menor recaudación por parte de todas las empresas del sector, lo que podría acarrearles dificultades financieras. Si a lo anterior sumamos la posible postergación de pagos de las cuentas de luz para la población más vulnerable, se arriesga que las empresas de distribución y cooperativas eléctricas no puedan asumir sus compromisos financieros y se interrumpa la cadena de pagos a los otros segmentos del sector eléctrico’, comenta Esteban Gil.
En la misma línea, precisa que si bien el proyecto de ley para prorrogar los pagos de las cuentas de luz para la población más vulnerable y afectada por la crisis va en la dirección correcta —y que hay que valorar también la voluntad de las empresas eléctricas de aportar en esta materia—, todo el costo financiero de la postergación de pagos lo están asumiendo las empresas distribuidoras, lo que podría causarles problemas de liquidez en el mediano plazo. ‘Se deben buscar mecanismos para que los costos financieros de la postergación de pagos sean compartidos con los sectores de transmisión y generación, para que no se rompa la cadena de pago’.
Desafíos
Un aspecto importante que la crisis actual ha destacado es la importancia de la digitalización del sector energético, la cual al parecer es aún muy incipiente. El académico de la USM reconoce que se ha avanzado bastante en fortalecer la digitalización en el sector generación y en la red de transmisión, pero existe aún una carencia significativa en el sector distribución. ‘Una mayor digitalización del sector eléctrico permite medir, monitorear y controlar la red y los generadores de manera remota, disminuyendo la necesidad de traslados y trabajo presencial. La digitalización también permitiría una acción más rápida ante contingencias’.
En este escenario, enfatiza que el suministro eléctrico enfrenta importantes retos. ‘En el corto plazo, el principal desafío del sector eléctrico es mantener la infraestructura crítica funcionando pese a las restricciones de circulación y trabajo presencial y, en el mediano plazo, la baja en la demanda y en los precios de combustible ha hecho bajar los costos marginales de la energía eléctrica, disminuyendo los ingresos de las empresas del sector. ‘Si a la crisis sanitaria la sigue una crisis financiera, esta situación podría prolongarse en el tiempo y dificultar la materialización de nuevos proyectos energéticos’.
Por último, sostiene que a largo plazo el principal desafío de nuestro país en este tema es vislumbrar cómo hacer a los sistemas y mercados energéticos más robustos, adaptables y resilientes a distintos tipos de crisis. (Fuente:Comunicaciones Generadoras de Chile)