- La medida la adoptó la empresa tres años antes de lo establecido en el plan nacional de descarbonización.
El 31 de diciembre de 2020 estableció un hito en la transición hacia una matriz energética más limpia y renovable para Chile. La fecha marcó el cierre definitivo de la unidad Bocamina I, en Coronel, tres años antes de lo establecido en el Plan Nacional de Descarbonización.
De esta manera y luego del cierre de la Central Tarapacá, el 31 de diciembre de 2019, Enel Chile avanza a paso firme en el proceso de descarbonización de su matriz de generación. De esta manera, la empresa continuará liderando en el país “una transición energética justa para todos, basada en el desarrollo de energías renovables. Junto con la desconexión de la Unidad I de Bocamina, que adelantamos en 3 años, seguimos a paso firme en la ejecución de nuestro plan de crecimiento de proyectos renovables, con una cartera actualmente en construcción de alrededor de 1,3 GW, para añadir un total de aproximadamente 2,4 GW de energía limpia en 2023”, dijo Paolo Pallotti, gerente general de Enel Chile.
La descarbonización forma parte de los pilares estratégicos del Grupo Enel. La decisión de adelantar el cierre definitivo de la planta se enmarca en el contexto del acuerdo de retiro de centrales a carbón, suscrito con el gobierno de Chile a través del Ministerio de Energía en junio de 2019.
Por lo tanto, Enel decidió anticipar la suspensión gradual de ambas unidades de Bocamina, y en julio del presente año, Enel Generación Chile recibió la autorización de la Comisión Nacional de Energía para desconectar la Unidad 1 de la Central Bocamina.
La unidad número uno de la Central Termoeléctrica Bocamina, de 128 MW de potencia instalada, fue inaugurada en 1970, con el objetivo de reforzar el desarrollo energético e industrial de la zona y del país.
Durante sus 50 años de operación, logró ser un aporte en la creación de empleo local en la Región del Biobío, específicamente en la comuna de Coronel, y en la compra del carbón extraído desde las minas de Lota. “Todo este trabajo ha sido planeado siguiendo los lineamientos de nuestra estrategia de desarrollo sostenible y hacen que esta decisión tenga impactos positivos desde el punto de vista ambiental, económico y social. Estamos desarrollando un plan para definir la forma en que podría ser reutilizado el sitio donde actualmente se encuentra la planta, descartando desde ya, la instalación de nueva generación de energía eléctrica que no sea de fuentes renovables”, aseguró Michele Siciliano, gerente general de Enel Generación.
“Que este cierre sea parte del proceso de transición energética justa que impulsa Enel, significa además que la compañía ofreció alternativas laborales a la totalidad de los trabajadores que se desempeñaban en la unidad que fue retirada del sistema. En este sentido, las 28 personas que cumplían labores en Bocamina 1, accedieron a distintas opciones de recapacitación para integrarse en otras líneas de negocio de la compañía, alternativas de reinserción laboral para quienes optaron por otros proyectos profesionales y planes de salida para aquellos que decidieron no seguir en la compañía”, indicó la empresa en un comunicado de prensa.
El próximo paso será el cese definitivo de la operación de la unidad Bocamina II al 31 de mayo de 2022 –casi dos décadas antes de lo previsto– lo que convertirá a Enel Chile en la primera compañía en cerrar todas sus unidades generadoras a carbón en Chile.
Cabe destacar que, la central Bocamina se inauguró en 1970 y durante sus primeras dos décadas fue fundamental para el desarrollo económico de Chile, aportando estabilidad al sistema eléctrico y a la industria del carbón de Coronel y de Lota. Su rol nuevamente se hizo preponderante a fines de los ’90 como consecuencia de la crisis hídrica y en 2007 por el corte del gas natural argentino, disminuyendo la exposición de nuestro país a los vaivenes climáticos e internacionales. (Fuente: Comunicaciones Enel Generación).