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La necesaria adaptación del sistema eléctrico ante la nueva realidad
Por
Asociación Gremial de Generadoras de Chile
Los efectos conjuntos de la crisis climática y de la pandemia nos presentan una compleja realidad de posibles escenarios de riesgos de seguridad de abastecimiento del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que son un llamado al sentido de realidad. Sin renunciar a nuestra ambiciosa agenda de mitigación de cambio climático hacia la carbono-neutralidad que impulsamos desde el sector de generación eléctrica, debemos recordar también la importancia de la resiliencia y adaptación que nos permitan contar con sistemas eléctricos robustos y eficientes que habiliten el futuro eléctrico y descarbonizado que aspiramos.
Todos los meses el Coordinador Eléctrico Nacional realiza un estudio de seguridad de abastecimiento en que se analiza la operación del SEN bajo condiciones adversas para los siguientes 12 meses. Dicho estudio, que normalmente considera escenarios hidrológicos secos o posibles fallas de centrales de generación de gran tamaño, no busca predecir lo que sucederá en el futuro, sino que intenta identificar situaciones que, de ocurrir, podrían desafiar la operación segura y eficiente del SEN.
De acuerdo con uno de los últimos de estos estudios, el Coordinador prevé que, de continuar presentándose condiciones hidrológicas secas como las observadas durante el primer semestre de 2021, existe una alta probabilidad que durante el segundo y tercer trimestre del año 2022 se eleven los requerimientos de consumo de combustible diésel para generación eléctrica por sobre los 10.000 m3/día. Esta proyección para el próximo año preocupa a nuestra industria de generación porque, como se indica en la sección de comentarios finales del informe de sensibilidad del estudio de seguridad de abastecimiento del período octubre 2021 – septiembre 2022 del Coordinador, “…los proveedores de diésel informaron que la capacidad máxima de reposición de dicho combustible alcanza a 3.500 m3/día, por lo que la seguridad de abastecimiento del SEN podría verse comprometida de presentarse consumos promedios mayores a este número en períodos prolongados”¹.
Hoy, además, se presentan factores externos que podrían imponer dificultades adicionales a las descritas anteriormente para garantizar una operación segura y eficiente del SEN durante los próximos meses. Por un lado, existe una situación de estrechez energética mundial que ya se ha visto reflejada en los precios de combustibles que se utilizan para la generación eléctrica. Por otro lado, debido a la pandemia, el ingreso a operación de nuevos proyectos de generación se ha visto ralentizado por atrasos en permisos otorgados por diversas instituciones del Estado. En esta línea también debemos señalar que, la producción y cadena logística de piezas y partes de unidades de generación eléctrica también se ha visto desafiada, lo que ha resultado en un aumento significativo del costo y tiempo de entrega de componentes necesarios para los nuevos proyectos renovables, reduciendo la posibilidad de adelantar la entrada de ellos al SEN.
Tomando en consideración la situación informada por el Coordinador, el escenario de suministro energético internacional, más el último pronóstico sobre la extensión del fenómeno La Niña de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica² (NOAA, por sus siglas en inglés) —lo cual implica una alta probabilidad de que durante el 2022 nuevamente se presenten condiciones de escasez hidrológica en Chile— creemos que es de suma importancia que, desde ya, se planifiquen y aceleren todas las acciones concretas necesarias para mitigar el riesgo de que durante los próximos meses se presenten situaciones de severa estrechez del suministro eléctrico en el SEN.
Coherentemente con lo señalado previamente, nuestras empresas han estado actuando proactivamente en anticipación a estos escenarios, ajustando los calendarios de mantenimiento de centrales; asegurando contratos de suministro de insumos; resguardando agua en los embalses, lo que es un importante resguardo para contar con reservas en situaciones de mayor estrechez durante la época de menor lluvia; preparando equipos humanos e instalaciones para situaciones de mayor estrés del sistema; y una serie de otras medidas al alcance de cada empresa.
Adicionalmente a este esfuerzo, que ya está realizando la industria de generación eléctrica, y a partir del trabajo interno con las empresas asociadas a Generadoras de Chile, hemos elaborado una serie de propuestas prácticas, con una visión sistémica, que apuntan a reducir la probabilidad de que el próximo año la operación segura y eficiente del SEN se vea desafiada.
En primer lugar, y dado que muchas de estas medidas escapan al alcance, capacidad o rol de liderazgo de nuestra industria —porque involucra a muchos actores como puertos, distribuidoras de combustibles, instituciones del Estado, gobiernos regionales, y porque requiere una mirada global e integradora— creemos que es fundamental establecer formalmente un comité de contingencia, liderado por el Ministerio de Energía, para coordinar las acciones urgentes y específicas. Esto ha sido así en situaciones de estrechez energética anteriores como la sequía del año 1998 o la crisis del gas argentino en 2007.
Entre las medidas prioritarias, que consideramos se pueden implementar desde ya, están aquellas que permitan mejorar y asegurar la logística de combustibles, dado que a pesar de todos los esfuerzos que puedan realizar empresas generadoras de manera individual, en situaciones de contingencia que puedan poner al límite las cadenas de suministro, la experiencia local e internacional muestra que es fundamental que la autoridad lidere y facilite todas las gestiones necesarias para evitar situaciones de estrechez. Este punto es de vital importancia tomando en cuenta que las proyecciones de consumo diésel de los estudios de seguridad de abastecimiento del Coordinador son muy superiores a la capacidad máxima de reposición de combustibles informada por las propias empresas distribuidoras de combustibles en varios de los escenarios analizados. Un ejemplo concreto de este tipo de liderazgo son las gestiones que este año ha realizado el gobierno del Reino Unido para hacer frente a la crisis energética que está afectando a la mayoría de los países en el mundo. Estas medidas incluyen, por ejemplo, la facilitación al acceso de visas de trabajo para choferes extranjeros de camiones y la ayuda del ejército en la coordinación, resguardo y transporte de combustibles³. Dado el impacto social, económico y político de un posible quiebre de stock de energía, no es de sorprender que el gobierno del Reino Unido haya comenzado a implementar medidas con más de seis meses de anticipación al invierno del hemisferio norte, que es cuando se esperan las condiciones más desafiantes.
Otra acción que creemos relevante es extender el decreto de racionamiento preventivo hasta que cambien las condiciones señaladas precedentemente y permitan una operación segura y eficiente del sistema. Una medida concreta habilitada por el decreto de racionamiento preventivo es la posibilidad de realizar un tratamiento especial de las instalaciones de transmisión eléctrica, por lo que será relevante revisar en detalle la factibilidad de implementar automatismos y criterios de operación que puedan liberar capacidad de transporte de energía. También proponemos explorar mecanismos que permitan el desarrollo de infraestructura de emergencia, de manera análoga a la instalación de puentes tipo “mecano” en situaciones en que el desarrollo de instalaciones permanentes de transporte de energía no permita entregar soluciones de corto plazo.
Vemos ante este desafío una importante oportunidad de trabajo público-privada, liderada por el Gobierno, y que junto al Coordinador y las empresas del sector eléctrico y sus cadenas de suministro permita planificar adecuadamente y anticiparse a los peores escenarios que eventualmente puedan ocurrir, y que además puedan dar continuidad a esta coordinación en un periodo de transición al nuevo Gobierno que deberá enfrentar este gran desafío de liderar la necesaria adaptación del sistema eléctrico ante la nueva realidad.