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Chile necesita al menos 20 GWh de sistemas de almacenamiento para alcanzar sus objetivos
- Geraint Lacey, director para Latam de Enlight, sostiene que “la verdadera transformación energética requerirá soluciones de almacenamiento innovadoras y eficientes. El tiempo para actuar es ahora, y aquellos que aprovechen esta oportunidad serán los líderes en la construcción de un futuro más sostenible y limpio”.
Se acaba de anunciar la activación de la expansión de la red de transmisión eléctrica, una noticia alentadora en el camino hacia la transición energética. No obstante, para lograr una transición efectiva hacia una matriz energética basada en Energías Renovables No Convencionales (ERNC), la transmisión debe ser complementada por un factor crítico: las soluciones de almacenamiento de energía.
Así lo sostiene el director para Latam de Enlight, Geraint Lacey, quien detalla que “aunque las ERNC ya representan aproximadamente el 35% de la generación de energía en el Sistema Eléctrico Nacional, para eliminar las centrales de carbón se requieren al menos 20 GWh de sistemas de almacenamiento. Para tener órdenes de magnitud, por cada MW que se retira del sistema en carbón hay que instalar 4 MW de energía renovable no convencional”.
Cuando hablamos de transición energética, la primera etapa es eliminar el carbón como fuente de generación. En muchos países, incluyendo Chile, se han establecido metas para dejar de depender del carbón en un esfuerzo por reducir las emisiones de CO2. En el caso de Chile, la meta es alcanzar este objetivo para 2036. Sin embargo, la segunda etapa, que implica reducir la dependencia del petróleo y el gas natural, es aún más compleja.
Para la primera etapa, el enfoque se centra en aprovechar los excedentes de generación renovable durante el día y aumentar la penetración de energías renovables en el sistema y es ahí donde los sistemas de almacenamiento son fundamentales.
SISTEMAS DE ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA
En los últimos años, ha habido avances significativos en sistemas de almacenamiento de energía, y las baterías electroquímicas, conocidas como BESS (Battery Energy Storage System), han emergido como una alternativa prometedora a los sistemas de bombeo hidroeléctrico. La proliferación de la electromovilidad ha contribuido a la reducción de costos y al aumento de la eficiencia de las baterías.
Las ventajas de los BESS incluyen su rápida implementación, su huella ambiental reducida (un proyecto de 1 GWh requiere menos de 10 hectáreas) y su impacto ambiental es mínimo.
A pesar de los avances en tecnología de almacenamiento, la regulación y remuneración de estos sistemas ha sido un tema de discusión. Recientemente, el Ministerio de Energía emitió un informe sobre modificaciones al Reglamento de Transferencias de Potencia, destinado a proporcionar un marco claro para la remuneración de sistemas de almacenamiento, permitiendo a los actores del mercado avanzar en proyectos destinados a reducir las pérdidas de generación de ERNC y abriendo una ventana de oportunidad limitada.
Lacey destaca que “el papel del almacenamiento de energía es fundamental en la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible. A medida que avanzamos en la eliminación del carbón, los sistemas de almacenamiento desempeñan un papel crucial en la gestión de la energía generada por fuentes renovables. Aprovechar esta ventana de oportunidad para implementar soluciones de almacenamiento eficaces es esencial para el éxito de la transición energética y la reducción de emisiones de carbono”.
En ese sentido, el experto agrega que “la expansión de la red de transmisión es solo el primer paso; la verdadera transformación energética requerirá soluciones de almacenamiento innovadoras y eficientes. El tiempo para actuar es ahora, y aquellos que aprovechen esta oportunidad serán los líderes en la construcción de un futuro más sostenible y limpio”.