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Comisión de Energía del candidato Sebastián Sichel lanza programa energético
- Basa sus propuestas en enfrentar el desafío del Cambio Climático y lograr la Carbono Neutralidad; la Cuenta Eléctrica y la Equidad Energética; Pobreza Energética y Comunidades; y avanzar hacia un Mejor Mercado Eléctrico.
La Comisión de Energía del candidato presidencial Sebastián Sichel, presentó su programa de energía preparado por un equipo multidisciplinario, paritario y proveniente de diferentes regiones del país. Un programa hecho por personas, para las personas, y que pone a los usuarios como parte de la solución.
El programa basa sus propuestas en enfrentar el desafío del Cambio Climático y lograr la Carbono Neutralidad; la Cuenta Eléctrica y la Equidad Energética; Pobreza Energética y Comunidades; y avanzar hacia un Mejor Mercado Eléctrico, todos ellos ejes centrales donde se alojan las medidas propuestas para lograr una mejor matriz energética y respetuosa con su entorno.
En ese sentido, el plan toma en cuenta la diversidad tecnológica de la industria y pone los objetivos de mejora en los diferentes segmentos. Considera avances en el mercado de generación, a través de un proceso participativo de revisión del actual modelo, como también se enfoca en mejorar la planificación de la transmisión, impulsando el desarrollo y ejecución de la ampliación de la infraestructura existente y la ejecución de las obras nuevas necesarias (sin transmisión, no hay transición), como también se hace cargo de la modernización de forma integral de la distribución -el único segmento cuya regulación no se ha modernizado hace 40 años-, que garantice a los consumidores la libre elección y aumente la competencia, asegure la calidad y entregue las señales correctas para la inversión.
El programa, además de ser muy concreto, tiene un fuerte foco social, haciéndose cargo de materias clave tales como el capital humano (especialmente en el proceso de cierre de las centrales a carbón), la protección a las pymes y proveedores locales en los procesos de construcción de las centrales eléctricas, como también en potenciar altos estándares en el relacionamiento comunitario e impulsando acciones que aporten a la solución de la pobreza energética de Chile.
Con respecto a este último punto, propone erradicar la pobreza energética en 10 años. En Chile, un 23% de los hogares no puede cubrir simultáneamente las necesidades básicas de la línea de pobreza oficial, lo que se traduce en que 1.160.426 de hogares chilenos tenga un gasto excesivo en energía, muy por sobre el 10% en todo el gasto energético que recomiendan los expertos[1]. En ese sentido, las cuentas eléctricas se han transformado en una barrera estructural para lograr una mayor equidad energética, por cuanto cualquier alza afectaría de mayor manera a los hogares más vulnerables.
Esta planificación también considera una transición justa, proponiendo un plan de cierre de las plantas a carbón al año 2030, resguardando la seguridad del sistema, las cuentas de los usuarios y la relocalización de los trabajadores de la industria, apoyando su capacitación para que puedan reconvertir sus conocimientos hacia las nuevas tecnologías u otras áreas de desarrollo de sus territorios.
La propuesta releva también a la Eficiencia Energética (EE) y fortalece a las Energías Renovables como protagonistas de la transición energética. Para esto aumentará el alcance de la ley de EE y sus procedimientos de rendición de cuentas de la industria y de las instituciones; se implementarán instrumentos financieros para rehabilitación de edificación existente; y se implementará una plataforma transparente con acceso libre para registro y monitoreo, entre otras acciones. Con respecto a las energías renovables, se promoverá a Chile como país exportador de energía limpia, como también se avanzará en lograr un 50% de ERNC (Energías Renovables No Convencionales) al 2030, para lo cual se fomentará la inversión en nuevas tecnologías de fuentes renovables, como la proveniente de residuos, desechos, biomasa, mareomotriz y concentración solar de potencia, entre otras.
Finalmente, se destaca también del documento el incentivo para la creación de una nueva industria para el país fomentando el uso de combustibles del futuro, punto en el cual se destaca la proyección del uso de Hidrógeno Verde, poniendo en marcha tres proyectos piloto: tren de transporte local, flota de buses de transporte interurbano y camiones de transporte de carga.
Como se puede advertir, lo que se buscó con este trabajo fue lograr un programa sincero y honesto, el cual reconoce a las cuentas eléctricas como una barrera de la equidad energética, imponiendo el desafío de hacernos cargo de esta problemática, con visión de largo plazo y buscando soluciones reales y eficientes para apoyar a las familias chilenas con una mirada holística e integral. [1] Referencias de la Red de Pobreza Energética (RedPE) de la Universidad de Chile.