- Por María Heiland, Responsable del mercado de Energía y Utilities de Minsait, una compañía Indra
Una fuente de generación más limpia y sostenible es necesaria para el desarrollo y sustento de la vida humana en las próximas 2 décadas, sin embargo, actualmente nada es suficiente debido a la situación en que se encuentra el planeta. Es por esto por lo que se debe también desarrollar infraestructuras de transporte y de distribución más eficientes e inteligentes, con una gestión eficientemente distribuida para ese mundo que requerirá una alta demanda en electricidad con mayor demanda eléctrica al que nos dirigimos.
La crisis de suministro del gas, la consecuente alza de los precios y la situación del mercado energético abren nuevas oportunidades de negocios y los nuevos mecanismos de generación y consumo nos empujan a un modelo de gestión energética más complejo, destacando dos factores:
Las fuentes de generación: Cada vez se hacen más diversos los métodos de obtención de energía (solar, eólica, mareomotriz, hidrógeno verde) por lo que requieren de una infraestructura que aún no está del todo preparada para recibirla y transportarla.
Ecosistemas cada vez más amplios: por otra parte, el ecosistema se amplía, apareciendo nuevas figuras en la cancha como los mismos consumidores, que hoy pueden ser PMGDs y entregar su aporte a la matriz de energía. Esto lleva a que los comportamientos de consumos sean cada vez más diversos y sofisticados, pero con una capa de mantención que pocos pueden permitirse hacerlo.
Afrontar el desarrollo de nuevas infraestructuras para estos modelos de operación más complejos sin duda es un reto que, por costes y complejidad, sería inabordable sin el desarrollo tecnológico más reciente. Por fortuna, la aceleración en la digitalización, y el desarrollo de esas nuevas tecnologías que habilitan el diálogo entre la realidad física y el entorno digital (lo que Minsait conoce como phygital) ha abierto un sinfín de posibilidades para transformar los procesos, la toma de decisiones o el control de operaciones.
Las soluciones digitales que facilitarán el nuevo modelo de gestión energética sin duda comprenden dos apuestas importantes, como la algoritmia y la visión artificial. Ambas serán denominadores comunes de esas tecnologías que permiten la convivencia entre la realidad física y el entorno digital. A partir de ellas, y de la mano de equipos de expertos, que combinan el conocimiento de negocios y de las tecnologías, se pueden construir y desplegar esas soluciones de gestión crítica en tiempo real necesarias para proporcionar la respuesta transformadora y estructural que el sector está demandando.
La energía como tal y la forma de adquirirla ya es parte de nuestra historia y forma parte de nuestra cotidianidad, aunque pocas veces se había hablado tanto de ella en la actualidad.
La transformación que está sufriendo el sector se debe a la aceleración de la demanda y el objetivo NET-ZERO TRANSITION. Por ello, es necesario repasar cuáles son los principales objetivos del sector energético.
Los objetivos de descarbonización devuelven al sector energético el protagonismo, para convertirlo en referente de una transición sostenible sin precedentes. Es decir, esta transformación trae nuevas infraestructuras de generación y distribución para un mundo con mayor demanda eléctrica, pero a la vez más complejo, derivado del aumento de protagonismo en otras figuras, como el consumidor. Los mecanismos de balance entre oferta y demanda dependerán de fuentes de generación más limpias, y altamente renovables
Las soluciones que brindan la fusión de lo físico y lo digital aportan soluciones para el análisis de enormes cantidades de datos, gestión energética, soportes al ciclo del agua y gestión ambiental, reduciendo el impacto de las operaciones en el medio ambiente, en beneficio ante las consecuencias del cambio climático, consiguiendo así dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La reingeniería y automatización de procesos a través de la visión artificial, o las tecnologías Edge que aportan una gestión más distribuida e inteligente, son algunos de los ejemplos dentro de un sinfín de posibilidades tecnológicas.
Con todos estos recursos a nuestro servicio, vamos más allá de un modelo cortoplacista o de una visión conformista, dando una respuesta estructural en el ámbito energético por el futuro de la industria, la economía de las personas y del planeta en general.