El acertijo de la descarbonización

Avanzar decididamente en reducir emisión de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, con medidas tangibles y medibles para lograr un modelo energético sostenible, es una de las tareas que hoy forman parte de la agenda de muchos países comprometidos a reducir los efectos del cambio climático.

La descarbonización, es decir, la reducción de CO2 en el tránsito hacia una energía con cero emisión de carbón (y otras fuentes provenientes de los hidrocarburos) es materia de principal preocupación. Por ello, para analizar los efectos ya sea del retiro o la reconversión de unidades de generación eléctrica a carbón y su calendarización, a inicios de 2018 se estableció en el país la Mesa de Trabajo de Descarbonización, conformada por el Ministerio de Energía, por una parte, y las empresas de la Asociación de Generadoras de Chile, AES Gener, Colbún, Enel y Engie, por la otra. En el análisis, también juegan un papel esencial la seguridad y la eficiencia económica del sistema eléctrico nacional, la actividad económica local y los aspectos medioambientales que tengan incidencia, como indican en sus objetivos.

Tras una serie de sesiones durante junio pasado, tos primeros días de este año la Mesa logró un acuerdo voluntario entre los actores, según el cual no se iniciarán nuevos proyectos a carbón que no cuenten con sistema de captura y almacenamiento de carbono. Además, y tal como fue planteado en su creación, la cartera del ramo trabaja actualmente con las empresas propietarias de centrales a carbón en cronogramas de retiro o reconversión para el primer semestre de este año. «Sin embargo, creemos que cada empresa debiese tener su propia agenda privada, para ir avanzando con pasos concretos en línea a la agenda pública», señala Javiera Aldunate, directora ejecutiva del World Energy Council Chile (WEC-Chile).
Estrategias

Según Cristián Muñoz, fundador de Breves de Energía y académico de la UC, la abundancia de la energía renovable variable (eólica y solar FV) permitirá reducir el uso de combustibles fósiles, disminuyendo de paso la contaminación del aire y las emisiones de carbono que provocan el calentamiento global. «Sin embargo, como la generación de las centrales eólicas y solares no puede controlarse, será importante contar con una capacidad de almacenamiento, que permita reemplazar la generación termoeléctrica de respaldo. En este sentido, las alternativas de bombeo hidráulico, embalses y baterías serán la opción que permitan respaldar las energías renovables».

Marcelo Matus, subdirector del Centro de Energía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile asegura que la descarbonización no representa un problema desde el punto de vista técnico, pero debe existir una disposición favorable al aumento de los precios de la energía, pues las carboníferas continúan siendo fuente más barata.

Sugiere, sin embargo, que es factible esperar que al 2030 la energía eléctrica solar sea tan barata que no haya ninguna razón para no apagar una carbonera. Incluso -añade- la energía solar se podría ocupar como sustituto directo de los combustibles fósiles, produciendo gas sintético o hidrógeno u otro combustible, que una planta carbonera la pueda usar en vez de carbón. «En vez de cerrar la planta, la adaptas a usar combustible solar y ahí el modelo de negocio se mantiene, tiene un combustible que no lo altera e incluso puede hacerlo más atractivo porque elimina el impuesto».

Javiera Aldunate, de WEC Chile, asegura que las energías renovables son una fuente que cada vez se hace más necesaria en la generación de energías limpias y de ahí que sea fundamental la inversión en la innovación para buscar nuevas formas de nutrir la matriz y en nuevas tecnologías para incentivar soluciones como la integración regional. «Creo que es importante generar mayores incentivos a la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, para así descubrir nuevas formas de llegar a este objetivo lo más pronto posible».

Pequeños clientes

Cristian Muñoz plantea que en la búsqueda de descarbonización es importante mirar la venta de electricidad a pequeños clientes sumergidos en la red de distribución, a través de la desregularización del retail de electricidad. «Hoy, el retail es regulado y es monopolio de las distribuidoras, quienes son los únicos que pueden vender electricidad a los pequeños clientes. Los nuevos comercializadores serán capaces de ofrecer alternativas de cero emisión en los hogares, como por ejemplo, paquetes que incorporen baterías y paneles solares, e integrar en sus ofertas otros productos o servicios», afirma. Según el especialista, la reforma a la ley de distribución permitiría liberar el retail de electricidad y «en este punto, la reforma debe avanzar rápidamente, de modo de no perder el beneficio potencial que se puede alcanzar con la implementación de los nuevos medidores de electricidad», asegura. (Fuente: Generadoras de Chile y La Tercera. Editado por S.R. Comunicaciones).