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El Reciclaje: un recorrido desde la carencia a la prosperidad
- Por Rodrigo Serrano, vicepresidente corporativo de Innovación y Desarrollo de Wisetrack Corp.
Normalmente, se asocia el reciclaje a la vida moderna y se escuchan frases como: “las nuevas generaciones tienen muy asumido el concepto de reciclar”. La verdad es que se tienen registros de reciclaje desde tiempos tan antiguos como el año 1000 en China y Japón, en donde el papel que ya se había utilizado y no se necesitaba más era molido, lavado y transformado en pulpa para hacer nuevo papel. Lo mismo en otras épocas con telas, utensilios de hierro y elementos similares.
La diferencia es que, hasta aproximadamente 50 años atrás, la necesidad y utilidad del reciclaje obedecía a la escasez, a la falta de materias primas o a condiciones específicas como guerras o plagas donde determinados materiales eran temporalmente difíciles de conseguir.
Hoy en cambio se produce justamente, por lo contrario: un exceso de producción y productos con ciclos de vida muy cortos que generan una acumulación de materiales de desecho sin precedentes en la historia humana: cientos de millones de toneladas de envases plásticos, miles de prendas de ropa, millones de automóviles y piezas, literalmente montañas de papeles y cartones, entre otros.
Todo ese exceso de elementos no sólo está llenando y contaminando el planeta, sino que su intencional corta vida obliga a mantener el ciclo productivo de sembrado, cosecha, producción y extracción de materias primas, consumiendo más materiales aún, pues no siempre el producir nuevos productos a partir del reciclado es tan conveniente como producirlo desde cero.
En este nuevo escenario mundial, en que la economía circular y el reciclaje van siendo cada vez más relevantes, la tecnología juega un rol facilitador en la trazabilidad y medición real del impacto de estas medidas, pues si en una familia el separar las botellas de las latas y de los Tetrapak puede ser lo adecuado, en una organización y empresa el sentirse tranquilos con sólo poner una caja de cartón para que boten los papeles usados y un contenedor para las pilas hace mucho tiempo que dejó de ser suficiente.