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Electromovilidad para mejorar la resiliencia energética

  • Por Felipe Donoso, CEO de Enérgica City.

Felipe Donoso, CEO de Enérgica City.

Los recientes cortes de electricidad en Chile, provocados por un temporal inédito, han puesto de manifiesto la fragilidad de nuestra infraestructura eléctrica. Miles de hogares en la Región Metropolitana quedaron sin luz durante varios días, lo que no solo generó incomodidad, sino también pérdidas económicas y riesgos para la salud y la seguridad. En este escenario, la electromovilidad es una oportunidad.

Chile ha avanzado significativamente en la adopción de vehículos eléctricos como parte de su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono. Sin embargo, el reciente caos eléctrico pone en evidencia que necesitamos una red de recarga robusta y confiable. Por otro lado, este evento refuerza la necesidad de potenciar el desarrollo de empresas y soluciones vinculadas a mejorar la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos (VE) y de almacenamiento energético en el país.

Algunas personas durante estos días han cuestionado la tecnología de vehículos eléctricos e incluso han mencionado de que están en riesgo luego de lo ocurrido. Sin embargo, es todo lo contrario. Más allá de criticar solo la infraestructura de recarga (que claramente se debe mejorar), debemos considerar el potencial de los vehículos eléctricos como generadores de energía en situaciones de emergencia. La tecnología V2G (Vehicle-to-Grid) permite que los autos eléctricos devuelvan energía a la red eléctrica o directamente a los hogares. En momentos de crisis, como los cortes de luz recientes, los vehículos eléctricos podrían ser una fuente valiosa de energía temporal, ayudando a mantener operativos los electrodomésticos esenciales y sistemas de comunicación.

Los vehículos eléctricos pueden servir como unidades móviles de almacenamiento de energía. A través de la tecnología V2G, los VE pueden descargar energía almacenada de vuelta a la red durante momentos de alta demanda o durante interrupciones en la red. Esto ayuda a estabilizar la red, previniendo apagones y reduciendo la necesidad de plantas generadoras costosas. De esa forma, una red de VE distribuidos por todo el país actúa como un recurso energético descentralizado. En caso de fallo de la red centralizada o un desastre natural, estos recursos energéticos distribuidos pueden proporcionar energía local, mejorando la resiliencia. Así también, los vehículos eléctricos que tienen la capacidad de conectarse a la red pueden ser una ayuda en los casos críticos y sensibles, como las personas electrodependientes.

El gobierno chileno y las empresas de energía deben trabajar de la mano para implementar soluciones que aumenten la resiliencia de nuestra infraestructura eléctrica. Esto incluye no solo invertir en tecnologías de recarga avanzada para EV, sino también en sistemas de almacenamiento y generación distribuida. Además, es crucial fomentar políticas que incentiven la adopción de tecnología V2G, permitiendo a los propietarios de vehículos eléctricos contribuir a la estabilidad de la red.

La crisis energética reciente nos brinda una oportunidad única para re-imaginar nuestra infraestructura eléctrica y de recarga de EV. Adoptar tecnologías innovadoras y fomentar la colaboración entre el sector público y privado no solo mejorará la resiliencia de nuestra red, sino que también posicionará a Chile como líder en movilidad sostenible y energía renovable. Es hora de actuar con decisión y visión, asegurando un futuro energético más seguro y sostenible para todos.

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