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Glencore Plc anuncia que limitará producción de carbón por objetivos climáticos
El mayor proveedor de carbón térmico para el mercado internacional prometió reducir la producción del mineral en el futuro inmediato, en alrededor de los niveles actuales de 145 millones de toneladas métricas por año
En un comunicado oficial publicado en su página web, Glencore, una de las compañías mineras de recursos diversificados más grandes del mundo determinó frenar la producción de carbón y promover su compromiso con la transición a una economía baja en carbono.
“Glencore tiene un papel clave que desempeñar para permitir la transición a una economía baja en carbono. Lo hacemos a través de nuestra cartera bien posicionada, que incluye cobre, cobalto, níquel, vanadio y zinc, productos que sustentan la transformación de energía y movilidad. Creemos que esta transición es una parte clave de la respuesta global a los crecientes riesgos que plantea el cambio climático”, señala el documento.
Glencore tiene su sede en Suiza y está presente en Chile a través de la Compañía Minera Lomas Bayas y del Complejo Metalúrgico Alto Norte.
Glencore reconoce la importancia de revelar a sus inversionistas cómo la compañía garantiza que los gastos de capital materiales y las inversiones estén alineados con los “Objetivos de París”. Esto incluye cada inversión material en la exploración, adquisición o desarrollo de la producción, los recursos y las reservas de combustibles fósiles (incluidos el carbón térmico y el coque), así como en los recursos, las reservas y las tecnologías asociadas con la transición a una economía baja en carbono.
La empresa determinó que, a partir de 2020, “tenemos la intención de informar públicamente sobre la medida en que -en opinión de la Junta- se logró la meta en el año anterior y la metodología y los supuestos fundamentales para esta evaluación. Estas revelaciones se harán en nuestro Informe Anual”, indicaron.
OBJETIVOS CLIMÁTICOS DE PARÍS
Glencore aseguró que su decisión es parte de una estrategia más amplia para alinear su negocio con los objetivos climáticos de París y se ajusta al compromiso con una red de inversionistas que gestionan activos por unos US$32 mil millones, llamado “Climate Action 100+”.
Los productores de combustibles fósiles se enfrentan a una creciente presión para intensificar los esfuerzos con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. British Petroleum (BP Plc), -compañía de energía, dedicada principalmente al petróleo y al gas natural con sede en Londres, Reino Unido- dijo a también a principios de febrero de este año, que apoyaría un llamado para alinear más estrechamente sus planes de negocios con los objetivos de París.
“Reconocemos la ciencia del cambio climático tal como lo establece el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. Creemos que la respuesta global al cambio climático debe perseguir dos objetivos: limitar las temperaturas de acuerdo con los objetivos de los Artículos 2.1 (a) 1 y 4.12 del Acuerdo de París (‘los Objetivos de París’) y apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas , incluido el acceso universal a la energía asequible”, enfatiza Glencore en el comunicado.
La medida adoptada por Glencore es particularmente llamativa porque el carbón representó la mayor parte de las ganancias de Glencore en los resultados anuales de 2018 publicados el miércoles. Hay que recordar que, en 2018, Glencore adquirió importantes activos de este recurso, incluido un acuerdo de US$1.700 millones para la compra de minas en Australia del competidor Rio Tinto Group. A principios del año pasado, el productor también agregó una participación en otras minas del mismo país.
CONSUMO MUNDIAL
La producción y demanda mundial de carbón ha caído sistemáticamente en los últimos años, a partir de 2014, por las fuertes presiones derivadas del cambio climático, pero China sigue siendo el principal comprador de carbón, debido a que la mayor parte de sus centrales de energía, funcionan con este combustible. Sin embargo, la fuerte competencia que están originando las energías renovables, también ponen en jaque el consumo de carbón. Los precios de la energía eólica y solar y el almacenamiento con baterías para respaldarlos siguen cayendo, a medida que las eficiencias de fabricación reducen los costos.
Según la Agencia Internacional de Energía, el consumo mundial de carbón se desacelerará fuertemente en los próximos cinco años a causa de una menor demanda en China y un mayor ascenso de las energías renovables.
Estimaciones de ese organismo indican que el planeta debería consumir 5.800 millones toneladas de carbón- la energía fósil con más emisiones de CO2- en 2020, lo que representa una bajada en más de 500 millones de toneladas respecto de las estimaciones precedentes.(Fuente: Glencore, AIE, prensa nacional e internacional. Editado por S.R. Comunicaciones)