Gobierno despeja el camino y formaliza mesa con eléctricas por cambio de medidores

Pese a la polémica que se dio tras el anuncio del Gobierno de impulsar un acuerdo entre las empresas de distribución de electricidad, de compensar a los clientes a cambio de sus antiguos medidores, ayer se logró destrabar la iniciativa.

Esto, luego de que el Ejecutivo anunció que esta semana comenzarán las reuniones entre la Comisión Nacional de Energía (CNE), la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y los representantes de cada empresa.

«La constitución de esta Mesa Técnica es un importante avance que busca responder a los desafíos de modernización que nuestro país requiere. Es de la mayor relevancia para este Gobierno que las personas reciban un mejor servicio de suministro eléctrico», explicó la ministra de Energía, Susana Jiménez.

Más allá del pago por los equipos antiguos, se analizarán otros incentivos para impulsar el recambio tecnológico, y se trabajará en alternativas para que los usuarios que accedan a los nuevos equipos puedan contar con opciones tarifarias de acuerdo con su consumo.

Los demás aspectos tienen que ver con la creación de un protocolo, así como la priorización de respuesta a solicitudes de cambio por parte de los usuarios. Junto con esto se apunta a impulsar una campaña de información conjunta entre el ministerio y las empresas de distribución, sobre el proceso de recambio de los equipos, que se extendería a 2025.

Pero aún restan varias dudas. Trascendió que la industria se encuentra dividida entre los que quieren pagar compensación y los que no, por lo que la posibilidad de un acuerdo final pasa por cerrar los seis puntos que tendrá la mesa.

En cuanto a los plazos de la iniciativa, estos no están delimitados. El gran obstáculo es que cualquier decisión que se tome al respecto tiene que ser aprobada por el directorio de cada compañía, necesitando incluso algunas autorizaciones de parte de sus matrices extranjeras.

Otro de los puntos que se ve complejo tiene que ver con la definición de los precios que se tendrán que pagar de acuerdo con el estado de los equipos que queden en desuso.

En tanto, Saesa -firma con 840 mil clientes, principalmente en el área de concesión del Biobío- se sumó al acuerdo de sentarse a la mesa. El gerente general de la compañía, Francisco Alliende, comentó que, «luego de analizar las medidas propuestas por el Gobierno, le comunicamos al Ministerio de Energía nuestra disposición a ser parte activa de la mesa técnica que ha convocado para discutir el tema. Estamos abiertos a estudiar cualquier alternativa que se nos plantee, con el fin de contribuir a brindar una mejor calidad de servicio para los clientes».

En CGE, firma contraria a la propuesta de compensación, explicaron que están dispuestos al diálogo y que esperan que «del trabajo de esta mesa surjan opciones que permitan superar tanto las objeciones que ha manifestado, como el resto de obstáculos que dificultan la adopción exitosa de esta nueva tecnología». (Fuente: Economía y Negocios Online y Tomás Vergara P. Economía y Negocios El Mercurio