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Industrias del Agua Potable y Saneamiento invierten máximo histórico de US$ 613 millones en medio del cambio climático

  • Las inversiones se han destinado a generar mayor innovación y nuevas tecnologías en la gestión y mantención de las redes de agua potable y alcantarillado. Desde embalses subterráneos bajo parques urbanos, desalación, tuberías kilométricas que trasladan agua desde una ciudad a otra y hasta perros detectores de fugas. Así son las innovaciones de una inversión histórica en la industria del agua, que han permitido reducir los cortes no programados en un 24% en cinco años.

Lorena Schmitt, presidenta ejecutiva de ANDESS.

La Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (ANDESS) presentó los resultados del sector en 2023, a través de la entrega de su reporte anual, en el cual se destacó un aumento de 20% en las inversiones respecto a 2022, totalizando US$ 613 millones, los que fueron destinados, sobre todo, a robustecer las obras en agua potable, tanto en incrementos de capacidad como en reforzar la resiliencia de las ciudades que atienden. En detalle, el 60% de esa suma se destinó a producción y distribución de agua potable, mientras que más de 36% de las inversiones fueron para nueva infraestructura.

La presidenta ejecutiva de ANDESS, Lorena Schmitt, señaló que “el Reporte Anual de la Industria del Agua Potable y Saneamiento 2023 nos ofrece una visión retrospectiva que nos permite evaluar los avances y las áreas que requieren mejoras. Nuestros principales enfoques han sido la inversión en infraestructura para anticipar y asegurar el suministro de agua, la mejora de la resiliencia ante eventos extremos y la satisfacción de nuestros clientes. Lo anterior se ve reflejado en la inversión más grande que hayamos hecho en la historia, y esta inversión no solo es responsabilidad de las empresas sanitarias, sino de todo Chile”.

En ese sentido agregó que, la crisis climática no da tregua. “Las lluvias del año pasado fueron un respiro en la megasequía que afecta a la zona Centro de Chile luego de 14 años, pero las olas de calor, los incendios forestales y las inundaciones dejaron claro, una vez más, que el mundo enfrenta severas consecuencias del cambio climático – y que como país tendremos que aprender a vivir en un nuevo escenario”.

HACIENDO FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO

Bajo ese contexto, las empresas de agua y saneamiento han hecho un trabajo de anticipación y se vienen preparando hace años para enfrentar los efectos del cambio climático con inversiones oportunas y consistentes: en la década de 2010-2020, se destinaron US$ 1.683 millones para ese fin. En tanto, entre 2020 y 2040, se destinarán inversiones por más de US$ 2.378 millones entre para hacer frente al cambio climático.

“El desafío de las empresas de agua potable y saneamiento es brindar seguridad de abastecimiento a la población en un escenario de cambio climático, aun cuando no son los principales usuarios del agua y en condiciones climáticas tan adversas como las que hemos visto y que claramente irán profundizándose. Como empresas de agua y saneamiento nuestro llamado siempre ha sido promover el consumo responsable del recurso, que adoptemos un cambio cultural. Recientemente, lanzamos en conjunto al Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio del Medio Ambiente la campaña “Estado Consciente”, que tiene como objetivo instalar una mirada común acerca de la situación que vive Chile”, señaló la presidenta ejecutiva de ANDESS.

El racionamiento de agua potable es una realidad cercana que han vivido distintas capitales latinoamericanas. Sin embargo, las cuidades de nuestro país no han enfrentado alteraciones en el suministro producto del cambio climático porque las empresas han destinado un intenso y continuo plan de inversiones y obras para evitar este impacto en coordinación con el Estado.

ESTRATEGIA TERRITORIAL PARA ABORDAR CRISIS HÍDRICA

En ese sentido, se realzó el valor de las acciones de adaptación que las empresas han implementado en distintas regiones del país para hacer frente al fenómeno, atendiendo a las distintas realidades sociales, geográficas y climáticas, entre otros factores. En la Macrozona Norte, por ejemplo, se invirtieron US$ 146 millones, destacando el lanzamiento, traslado y posicionamiento del ducto de emisario submarino desde el Puerto de Antofagasta a la Planta Desaladora Norte; estudios impacto ambiental desalinizadora Arica; ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas de Vicuña; renovación fuentes subterráneas en Atacama, entre otros.

A su vez, la Macrozona Central alcanzó los US$ 305 millones en inversiones, en obras como construcción del nuevo estanque y matriz de distribución Curauma Norte en Valparaíso; proyecto de autonomía por turbiedad en Los Andes; lanzamiento Biociudad, propuesta para adaptar Santiago al cambio climático en materia hídrica; pozos Rancagua Machalí; entre otros.

Por su parte, en la Macrozona Sur la inversión fue de US$ 152 millones, donde destacaron la interconexión Quillón (Ñuble) y Florida (Biobío); ampliación y actualización PTAS Angol; construcción del pozo más profundo de la concesión (180 metros) en Osorno. Por último, con inversiones por US$ 11 millones, la Macrozona Austral contó con la reposición de 600 metros de colectores en Puerto Aysén y Puerto Cisnes; entre otros.

CONSUMO Y SATISFACCIÓN

Respecto al consumo promedio por cliente, desde la asociación destacaron la baja sostenida que ha tenido dicha medición desde el 1998 hasta la fecha. De acuerdo con las cifras Andess, el consumo promedio por cliente fue de 16,7 m3 por mes al cierre de 2023, lo que representa una caída de 30% respecto de los niveles de hace 25 años.

“El uso consciente del agua potable, por parte de empresas, instituciones y personas en general, sigue siendo un tremendo desafío a la luz de los efectos del cambio climático en el país, en especial en avance de la desertificación a la zona central y de acuerdo con diversos estudios es una preocupación constante de la ciudadanía. Las consecuencias de este fenómeno sobre el agua son cada vez más evidentes, con menos precipitaciones, disminución de nieve y baja en los embalses, situación que pueden impactar a los servicios sanitarios, es decir, que ponen en riesgo el acceso de las personas al agua potables”, agregó Lorena Schmitt.

Por otro lado, se destaca el positivo resultado de la última Encuesta de Percepción de los Usuarios de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), la cual reflejó un aumento sostenido en la satisfacción de las personas con los servicios de la industria sanitaria. De acuerdo con la medición anual de la autoridad, la satisfacción neta del sector llegó a 44,6%. Sobre la satisfacción con diversas dimensiones de calidad en el servicio, se posicionan en los primeros lugares el pago de cuenta (89,2%), seguido de reanudación de cortes (67,6%), proceso de lectura (65,4%), boleta (63,6%) y alcantarillado hogar (54,4%).

“Esto es fruto del constante y consistente trabajo que realizan las empresas sanitarias de priorizar a las personas y mantener de forma continua y eficiente el suministro de agua potable y saneamiento de aguas servidas con altos estándares de calidad”, señaló Lorena Schmitt.

GESTIÓN INTELIGENTE DE REDES

Finalmente, en el documento se da cuenta de los pasos dados por las empresas hacia la gestión inteligente de redes, considerando el despliegue de planes preventivos de mantención de redes de agua potable y alcantarillado, la sensorización y automatización de sus redes de distribución y la implementación de centros de control operativo con tecnología de punta. Gracias a ello, los cortes no programados de agua potable han caído un 24% en cinco años, lo que evidencia los avances en la gestión de las redes.

“Como Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios, Andess, cumplimos 33 años aportando en un rol colaborador del Estado para el cumplimiento del derecho humano al agua y saneamiento. Como industria, mantenemos el mismo compromiso inicial: desarrollar, al alero de la alianza público-privada, las inversiones, la gestión y la infraestructura necesarias para contribuir a la calidad de vida de las personas que viven en Chile, habilitando la vida en las ciudades y el progreso del país”, comentó Lorena Schmitt.

Para cerrar, añadió que el foco para 2024 estará en las obras de infraestructura para la adaptación al cambio climático: “Las lluvias no terminan con la condición de la crisis climática que estamos viviendo. Tenemos que trabajar aún más en colaboración con el Estado para poder sacar adelante todas las obras que necesitamos”, concluyó la ejecutiva,

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