Por
CARLOS FINAT
Director Ejecutivo ACERA
En marzo de 2004 -en medio de la crisis eléctrica causada por los cortes que afectaron al gas natural proveniente de Argentina y que obligaron a reemplazar ese combustible por carbón y diésel-, se promulgó la Ley N°19.940, que entre otras cosas, introdujo en el ordenamiento del sector eléctrico algunas condiciones para incentivar el desarrollo de pequeñas centrales de generación menores de 9 MW, distribuidas a lo largo de todo Chile y que podían conectarse no solamente al sistema de transmisión, sino que también al de distribución.
Desde aquella fecha se han instalado en Chile cerca de 290 proyectos de este tipo, que corresponden a 940 MW de estas centrales, que se distinguen con el nombre de Pequeños Medios de Generación (PMG) o Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD), para el caso de los proyectos que se conectan a redes de distribución. Además de su aporte al sistema eléctrico nacional, el 82% de los PMG/D son ERNC, que reemplazan generación termoeléctrica contaminante. Estos generadores, y en especial los PMGD, aportan beneficios que van desde la inversión local y la generación de puestos de trabajo, al desahogo de líneas de transmisión, hasta una mejor calidad de servicio a clientes de distribución por su presencia en puntos alejados de la red y la regularización de instalaciones que, en muchos casos, deben hacer para poder conectarse.
Uno de los aspectos regulatorios introducidos hace 15 años, y que ha cobrado mayor importancia, es el derecho que estos medios de generación tienen para optar el denominado Precio Estabilizado, cuyo objetivo es reducir el riesgo de corto plazo proveniente de la variación de los costos marginales, y es el medio que ha permitido que muchos de estos proyectos puedan ser financiados, ya que los bancos aceptan esa opción en reemplazo de los contratos de compraventa de energía que se exigen a los generadores más grandes, permitiendo viabilizar proyectos que, debido a su escala, no pueden competir en igualdad de condiciones con grandes generadores de energía.
Desde hace un par de años, la autoridad ha expresado su intención de revisar el régimen de precio estabilizado. Esto, debido a que considera que, en las condiciones actuales, éste sería un subsidio desde los grandes proyectos hacia los pequeños y medianos generadores. Lo que es cierto, es que desde la existencia de este mecanismo han existido pagos en ambos sentidos, es decir, tanto desde los grandes generadores hacia los pequeños, como de los pequeños hacia los grandes.
Según datos de la consultora ANTUKO, el costo que el mecanismo ha tenido para el sistema es US$ 7,3 MM, lo que es una fracción mínima comparada con el total de energía transada y con los más de US$1.000 MM que ha invertido esta industria.
Desde ACERA, pensamos que la normativa del Precio Estabilizado debe mantenerse porque ha sido efectiva en atraer inversión y desarrollar proyectos distribuidos a lo largo de Chile. En la medida en que los precios de mercado vayan reflejando la baja de costos de las energías renovables, naturalmente el intercambio de pagos entre generadores se reducirá en volumen y, por lo tanto, no es un subsidio en el mediano/largo plazo. Hacemos entonces un llamado a las autoridades para que repongan la certidumbre regulatoria acerca de este punto, necesaria para que el sector de los PMG/D pueda seguir desarrollándose y llevando inversión y oportunidades de trabajo a todos los rincones de Chile.
(Publicado como Editorial en último Newsletter de ACERA)