- Por Felipe Donoso, CEO de Enérgica City.
En artículos publicados recientemente en la prensa, se dio a conocer que en Chile cada vez son más las empresas que buscan ser certificadas por su compromiso con la eficiencia energética, lo cual es una muy buena noticia. Sin embargo, para lograr un real avance en ese sentido, migrar las flotas de vehículos a eléctricos es fundamental, en momentos en que nos encontramos muy atrasados.
La ciencia indica que los vehículos eléctricos son mucho más eficientes que los de combustión, dado que la energía se aprovecha de mejor forma. Incluso, algunos datos muestran que aun siendo los eléctricos de mayor peso (dadas las baterías), pueden ser cuatro veces más eficientes en el uso de la energía. A pesar de la importancia de la electrificación y de las oportunidades que representan para las empresas de todas las industrias, de los cerca de 1,8 millones de vehículos de uso comercial (INE), se ha logrado migrar menos del 1% de las unidades a energía eléctrica.
Nuestra estrategia de electromovilidad a nivel país, indica que al año 2035 se comercializarán sólo vehículos eléctricos. Ante esto, es urgente implementar la electrificación en flotas, sobre todo para aquellas de alto recorrido. En el sector público ha habido un importante avance en ese sentido y hoy somos el segundo país con mayor cantidad de buses eléctricos luego de China. El desafío está en el sector privado.
¿Cómo avanzar? Primero, con el desarrollo de una infraestructura de carga robusta. Aunque Chile ha progresado en este ámbito, son necesarias más inversiones y una mayor expansión para garantizar la disponibilidad generalizada de puntos de recarga en todo el país.
En segundo lugar, es fundamental que el gobierno chileno explore incentivos financieros, como exenciones fiscales y subvenciones, para reducir la diferencia de precio entre los vehículos eléctricos y los convencionales. De esa forma, se haría más atractivo por parte de empresas el paso hacia la electrificación de sus flotas.
El tercer factor clave es fomentar la investigación y el desarrollo de la tecnología de baterías y colaborar con los fabricantes de automóviles para introducir modelos de VE con mayor autonomía que se adapten a las diversas necesidades de los operadores de flotas.
Finalmente, el talento es fundamental. A medida que aumenta la demanda de mantenimiento y reparación de vehículos eléctricos, se hace indispensable una mano de obra cualificada. Deben ponerse en marcha programas de formación que doten a los técnicos de los conocimientos y habilidades necesarios para el mantenimiento de vehículos eléctricos
La electrificación de las flotas representa una gran oportunidad para que Chile reduzca su huella de carbono, mejore la calidad del aire y refuerce su posición como líder mundial en energías renovables. Sin embargo, si no avanzamos del 1% de flotas actualmente electrificada, es razonable pensar que tendremos a finales de la década un atochamiento de empresas queriendo migrar sus flotas a la energía eléctrica, en momentos en que será muy tarde.