Por
Mauricio Osses
PhD e Ingeniero Mecánico, Académico USM, Consejero Especialidad Mecánica y miembro de la Comisión de Energía del Colegio de Ingenieros de Chile.
La electromovilidad tiene como objetivo reemplazar el uso del transporte con combustibles fósiles y de baja eficiencia, por tecnologías más eficientes y más limpias. Con esto, se disminuye también la generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI), creando sociedades más sustentables.
Diferentes países y fabricantes de vehículos ya han tomado la decisión de sumarse a esta tendencia, con diversos modelos de automóviles, impulsando y desarrollando las tecnologías de electromovilidad y el correspondiente reemplazo de los parques vehiculares existentes, tanto en el transporte público como en el particular.
Chile no está ajeno a esta tendencia mundial y está desarrollando a nivel gubernamental y privado algunas acciones para promover estas tecnologías. Sin embargo, es importante preguntarnos: ¿Por qué se requiere desarrollar y promover la electromovilidad en Chile? ¿Para disminuir la congestión? Claramente no, porque no se reduciría la cantidad de autos, sino que más bien podría aumentar. ¿Para reducir la contaminación por GEI a nivel global? No es claro tampoco, ya que Chile contribuye apenas con un 0,3 % de todos los GEI del planeta.
Chile necesita reducir la contaminación a nivel local en las zonas afectadas, pero la masificación de la electromovilidad no ayudaría a mitigar significativamente los efectos locales. Entonces la pregunta es: ¿se podrá considerar la electromovilidad a nivel país o solo a nivel de ciudades importantes, tanto para el transporte público y para el privado y para todos los segmentos de la población? La respuesta está siendo contestada por fases y se deberán tener en cuenta otros aspectos, como su impacto en la formación profesional y en el mundo laboral.
Es un hecho, que Chile se ha convertido en un ejemplo regional en materia de electromovilidad, tanto en transporte público con la incorporación de buses y taxis, con muchas empresas que están incorporando “tecnologías cero emisiones” en sus flotas. Los 200 buses que ya se encuentran en Santiago, junto a una creciente red de Metro, sitúan a nuestra capital a la vanguardia en materia de electromovilidad en transporte público, sólo superada por algunas ciudades chinas.
Por otra parte, ya se advierte en nuestras calles y carreteras la presencia de vehículos particulares eléctricos de varias marcas. Las instalaciones de redes de carga eléctrica para vehículos, también son ya una realidad.
La Ruta Energética del gobierno tiene como meta para el año 2020 multiplicar por 10 veces la cantidad de vehículos eléctricos que había en 2018, es decir, pasar de aproximadamente de 400 unidades a 4.000. Todo ello, implica desafíos importantes en varios aspectos, donde uno de ellos es contar con usuarios, operadores, técnicos, profesionales y especialistas capacitados para usar y mantener esta nueva tecnología.
Las instituciones de educación superior de nuestro país están preparándose para enfrentar este desafío, incorporando en sus mallas curriculares y programas de especialización el desarrollo de capacidades asociadas a vehículos eléctricos. Los centros de formación técnica y las universidades que incluyen carreras asociadas a mecánica automotriz han comenzado el proceso de reformular sus programas para incorporar los conocimientos necesarios que se necesitarán en el corto plazo.
Por otra parte, los talleres encargados de mantener y reparar los buses y automóviles que ya se encuentran en operación en nuestro país, tienen personal que se capacitó en China para realizar estas labores, completando un total a la fecha de 65 especialistas, entre técnicos e ingenieros formados en electromovilidad por las marcas BYD y YUTONG. La Universidad Técnica Federico Santa María (USM) envió a cinco de sus profesores a realizar una capacitación a Shenzhen, la ciudad líder en el mundo en transporte público eléctrico, para transmitir sus conocimientos en los programas de mecánica automotriz, con el apoyo de la Agencia de Sostenibilidad Energética y el Centro de Energía de la Universidad de Chile.
Actualmente, los técnicos USM de la sede Concepción están apoyando en la mantención de un bus eléctrico BYD, que se encuentra realizando viajes gratuitos por esa ciudad; mientras que, los Campus de la USM de Santiago recibirán un bus BYD K7, 100% eléctrico, para transportar a sus estudiantes, funcionarios y académicos a partir de agosto 2019.
Por otro lado, DuocUC capacitó a 374 alumnos de mecánica automotriz en movilidad eléctrica durante el 2018 y espera elevar esta cifra a 500 para el 2019. Asimismo, la Universidad de Chile capacitó a los conductores de METBUS, que hoy se encuentran manejando los primeros 100 buses que llegaron a Transantiago recientemente; y la USM realizó un programa de capacitación para taxistas interesados en electromovilidad, con el apoyo del Automóvil Club de Chile y CORFO.
Otros sectores, también están realizando programas piloto con capacitación de su personal en materia de propulsión eléctrica, tales como la gran minería, empresas con flotas operacionales, bomberos, carabineros, etc. Todas estas actividades se encontrarán incluidas en una plataforma digital sobre electromovilidad que está desarrollando el Ministerio de Energía junto a la Universidad Técnica Federico Santa María, cuyo objetivo es promover la transición hacia un transporte sustentable, con foco en la movilidad eléctrica, la cual será lanzada públicamente en mayo de este año.
Así, el país está avanzando en preparar personal especializado, pero la cuantía del recurso dependerá del grado de penetración de la tecnología, situación que el Colegio de Ingenieros de Chile, se encuentra evaluando permanentemente.